Hace ya un par de años publiqué por aquí unos vídeos que grabé durante una de las operaciones de retirada de nieve de las calles aquí en Montreal. No eran los mejores vídeos del mundo: era de noche y los estaba grabando a pulso, pero se veía todo el proceso.
Esta mañana ha pasado un coche con sirenas a todo trapo para avisar a la gente que vive por la zona que mueva sus vehículos para dejar paso a la comitiva. Esta vez he podido dejar el teléfono bien apoyado en una ventana (y, milagrosamente, ningún gato se ha pensado que era un juguete nuevo) y aquí está el resultado, mucho mejor que al anterior intento.