Una vez que ChatGPT y otros modelos del lenguaje similares se han dejado sueltos en el ecosistema de Internet, es cuestión de tiempo que empiecen a comportarse como una especie invasora y se expandan hasta donde alcance la vista. Es una consecuencia poco menos que inevitable del actual modelo económico que rige la red: si antes para crear una granja de contenidos con las que recolectar anuncios era necesario acudir imperativamente a humanos mal pagados, ahora es posible agarrar una "IA", enchufarla a un WordPress y empezar a generar artículos a diestro y siniestro.
Hasta finales del año pasado, Internet estaba llena de mierda y además muerta. A partir de ahora todo eso irá siendo (más) verdad a ritmo exponencial.
Con la convicción de que no servirá para absolutamente nada, he añadido un aviso a la página de información de este blog para anunciar que en este local no se juega:
Todos los artículos de este blog se han tecleado, se teclean y se teclearán a mano siguiendo la receta tradicional de la abuela. Nunca utilizaremos ChatGPT ni otras sustancias similares.