Aviso para los que no se hayan leído el resumen: seguramente sea recomendable no leer este artículo en su puesto de trabajo. Igual sí, pero quién soy yo para decidirlo.

Y por eso les dejo aquí un poco de espacio.

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Ya casi estamos

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Igual un poco más.

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Yo creo que ya está bien.

I

Ya ha llovido desde que teníamos un sistema parecido a Facebook pero sin Facebook. La cosa iba más o menos así:

  1. Uno iba y se montaba un blog. Escribía más o menos lo que le iba saliendo y lo dejaba ahí por los tiempos de los tiempos. De vez en cuando llegaba alguien (conocido o no) y dejaba un comentario o le enlazaba.
  2. Poco a poco, uno se iba haciendo con las direcciones de los blogs de amigos y conocidos y los visitaba frecuentemente para ver qué se cocía.
  3. En un pasito más allá, con agregadores RSS como el difunto Google Reader se tenía algo muy parecido al muro de Facebook o el timeline de Twitter: los artículos de nuestros contactos ordenados de forma cronológica, temática o como nos diera la gana.

Todo esto, durante mucho tiempo, estuvo muy bien. Cada blog era hijo de su padre y de su madre, cada uno creado en un sistema diferente --primero hubo un cierto monocultivo de Blogger / Blogpost que, tengo la impresión, terminó basculando hacia WordPress-- pero con comportamientos muy parecidos. A nadie le resultaba ajeno el funcionamiento del tinglado después de un período mínimo de adaptación. El contenido estaba definido por el autor y por la legislación vigente, pero no por caprichos corporativos. Tengo la impresión de que mi hosting no va a cerrarme el chiringuito si me da por poner

Fight club, final 
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una polla aquí en medio, venga a cuento o no. Vayan corriendo a hacer esto a Facebook, yo les espero aquí. Hemos llegado al punto en el que los vídeos de prevención de cáncer de mama hay que hacerlos con hombres si se quiere que aguanten en la Zuckerbergnet. Tengo el muro rezumando vídeos de niños sirios reventados pero dios nos libre de intuir medio pezón.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? De a poco. Qué gracioso es esto, voy a hacerme una cuenta para probar a ver qué tal funciona, mira qué cosas que puedo compartir artículos por aquí, resulta que cada vez más gente está poniendo aquí sus cosas, a ver si se me va a ocurrir algo y no lo voy a publicar aquí que es donde está mirando todo el mundo, esto no lo puedo poner porque no cumple las normas.

II

Todo (esto) molaba más antes. Tenemos acceso más sencillo a material más pobre porque tiene que crearse para encajar en moldes más estrictos; de repente aparece la obligación de adaptar el contenido para todos los públicos en lugar de dejar que sea el público el que elija el contenido. No estamos aquí para vender publicidad de forma masiva a base de agregar nichos.

Prefiero una película que tiene una puntación media de 5 conseguida a base de entusiasmar a la mitad de la audiencia y repugnar al resto que una con la misma puntuación obtenida por unanimidad mediocre. Vivimos en el segundo ejemplo. La centralización mata.

Lárguense de mi césped.

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