Cuando volvimos a España el año pasado (y aquí un pequeño manual) me tuve que hacer autónomo para seguir trabajando de mis cosas de análisis de datos con mis (ahora) clientes canadienses.

Como había leído multitud de historias para no dormir sobre las finanzas de los autónomos (incluidos grandes éxitos como uf, te van a clavar en el IRPF y cada trimestre te roban el IVA1) decidí organizarme bien desde el principio para no tener problemas en el futuro.

Lo que voy a contar en estas líneas es un breve esquema de cómo estoy organizando los dineros, por si a alguien le resultase útil.

Lo primero que tengo que decir es que tengo un contable que se encarga de prepararme las declaraciones trimestrales. Yo no tengo que hacer prácticamente nada (aunque llevo mi contabilidad al día y compruebo que nuestros datos cuadren): tenemos una carpeta compartida en Google Drive en la que yo voy copiando las facturas emitidas y las recibidas, y al final del trimestre él hace los cálculos, me dice cuánto tengo que pagar y presenta los impresos correspondientes ante Hacienda; los cobros se domicilian automáticamente. Me sale más barato pagarle que hacerlo yo mismo.

Lo primero que hice fue separarme las cuentas en un banco de autónomo y un banco personal. Mi banco de autónomo es ING, y ahí se cobran todas las facturas y se domicilian todos los pagos.

El sistema que estoy siguiendo va como sigue:

  1. Tengo hecha una estimación con lo que voy a cobrar este año, y con eso sé (más o menos) cuánto IRPF me va a tocar pagar. Cada vez que cobro una factura, meto ese porcentaje en el Fondo Monetario de ING. La Cuenta Naranja está dando ahora mismo la mitad de la rentabilidad que el fondo. Operar con el fondo no es inmediato, pero siempre hay tiempo de sobra para planificar.
  2. Si cobrase IVA (que ahora mismo no se da el caso), el mecanismo sería exactamente igual: el IVA iría íntegramente al fondo.
  3. De lo que queda, dejo en la cuenta corriente de ING lo necesario para pagar al contable y la Seguridad Social, y el resto lo paso a mi banco personal. Lo que me paso ya es dinero realmente mío, sin impuestos. El dinero que se queda en ING es dinero del estado, no mío, y lo guardo temporalmente a cambio de los intereses que genera.
  4. Cada trimestre mi contable me dice cuánto tengo que pagar (los autónomos adelantan el 20 % de IRPF cada trimestre), así que saco ese dinero del fondo y lo dejo en la cuenta corriente a la espera de la domiciliación.

El año que viene, cuando haga la declaración de la renta, veré cuánto hay en el fondo correspondiente a este año (porque voy llevando la contabilidad, claro) y cuánto tengo que pagar. Si tengo que pagar menos de lo que reservé en el fondo, la diferencia es mi devolución, y me la pasaría también a mi banco. Si resulta que sale a pagar más (que espero que no), tendría que pasar dinero de mi banco a ING.

Y ya. Con ese sistema, y con entender que no todo lo que entra en caja es mío y aquí no hay nadie reteniéndome IRPF en cada nómina, así que hay que llevar un poco de control, de momento no he tenido ningún percance.


  1. que suelen ser errores de comprensión que muchas veces parten de unas ganas loquísimas de no entender nada. 

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