(Este es un artículo que habla de llegar a un país nuevo, ver algo sin contexto ninguno, olvidarse de ello, y enterarse de lo que realmente estaba pasando varios años después con los ojos como platos.)

Al poco de llegar a Montreal vi en televisión una campaña sobre el consumo de alcohol. Me ha costado encontrar esos vídeos, pero aquí tienen uno en francés. Básicamente viene a decir que las mujeres pueden tomar un máximo de 2 bebidas por día1 o 10 a la semana, y los hombres 3 y 15, y que hay que saber mezclar la moderación con el placer.

Yo, que apenas bebo, vi los anuncios y como campaña de salud pública me pareció algo bastante raro. Casi como que incitaba a beber: "si no has llegado hasta aquí, te queda pista". Es cierto que por aquellos locos años (2015), las recomendaciones del Canadian Centre on Substance Use and Addiction eran esas, aunque la guía original añadía varios avisos y dejaba más claro que esos límites eran el máximo, no un ideal (esto lo puedo decir hoy porque en aquel momento tampoco me paré a buscar la guía).

Al poco dejaron de emitir esos anuncios y tampoco me interesé mucho más sobre el asunto. En aquella época yo tenía otras cosas en la cabeza, como terminar de convencerme de que la vida académica no era para mí y apañar un viaje en autobús a Estados Unidos para mendigar un permiso de trabajo nuevo en la frontera en el camino de vuelta2.

Hace unos días se publicó una actualización de esta guía. La nueva postura oficial es que la cantidad óptima de alcohol por persona es de exactamente 0. Y que más de dos bebidas por semana ya conllevan riesgos. Esto ha llevado a que haya gente que empiece a pedir que las botellas y latas lleven avisos, exactamente igual que las cajetillas de tabaco. Otros no se lo han tomado tan bien.

Otro aspecto de todo esto es que aquí en Quebec hay varios programas de entrevistas (o igual es que siempre ponía la televisión a la misma hora) en los que además del invitado no puede faltar una copa de vino3. Justamente la semana pasada se publicó un artículo en Radio-Canada (la versión francófona de la CBC4) que discute si lo mismo habría que ir pensando en sacar las bebidas del estudio al igual que ya se hizo con el tabaco.

En ese artículo se hace referencia a un documental, Péter la balloune5 (no sé si el enlace funcionará desde fuera de Canadá, aviso) que vi el fin de semana, por aquello de mejorar un poco mi francés6. En él, un periodista llamado Hugo Meunier se pregunta si está bebiendo demasiado, y con esa premisa explora las instituciones que rodean al alcohol en Quebec, y que en general gravitan alrededor de la SAQ (Société des alcools du Québec), la empresa estatal que se encarga de la venta de alcohol, y que depende del Ministerio de Finanzas.

Este documental me vino muy bien, no solamente por hacer algo más de oído, sino porque le dio bastante contexto a esos anuncios con los que me topé recién llegado y que no supe interpretar. La campaña que vi en 2015 era responsabilidad de Educ'alcool; al final del vídeo que enlacé al principio del artículo aparece el logo de este organismo y poco más. Yo pensaba que era una institución del gobierno de Quebec, y precisamente con ellos empieza el documental. Meunier entrevista a su director generall, Hubert Sacy, que lo primero que dice en la entrevista es que "para moderarse hay que consumir", que no hay ni que banalizar ni que satanizar al alcohol, que el primer milagro de Jesucristo fue convertir el agua en vino y que hay un lugar de equilibrio de consumo moderado al que se puede llegar.

Llegados a este punto, que no son ni los primeros diez minutos del documental, yo me estoy llevando ya las manos a la cabeza. Miro la página de Educ'alcool en la Wikipedia en inglés y lo primero que me encuentro es con un aviso que dice que hay sospechas de que haya habido pagos por la edición7. Así que sigo viendo el documental, que no ha hecho más que empezar y ya va a tope.

La mejor parte tiene lugar aproximadamente a mitad del documental, cuando visitan la escuela secundaria de Ozias-Leduc, que tiene un programa especial de "Ética y medios", en el que enseñan a analizar críticamente los mensajes que llegan a través de los medios de comunicación de masas8. El momento cumbre llega cuando analizan un vídeo encargado por Educ'alcool en el que un youtuber local, molón, cañero, proporciona un servicio de periodismo ciudadano completamente independiente y combativouna pátina de credibilidad garrafón y explica que, hombre, que lo suyo es no ser ni abstemio ("¡que no mola tanto!") ni ponerse tibio. Ni de izquierdas ni de derechas. Que la virtud está en el extremo centro.

Una captura del vídeo mencionado arriba en el que se muestra cómo la "zona de 
la moderación", el punto óptimo, está entre los extremos chungos: no beber y 
beberse el agua de los 
floreros

Ya me he extendido bastante y creo que a estas alturas ya estarán averiguando el final. Educ'alcool es un lobby de los productores de las bebidas alcohólicas. Lo fundaron miembros de la industria y del gobierno en 1989. Lo dicen ellos mismos en su página web.

Les resumo el resto del documental, aunque para hacerle justicia necesitaría más espacio, y si entienden francés les recomiendo que lo vean: la SAQ, que depende del Ministerio de Finanzas y cuyo cometido es llenar las arcas públicas, se desentiende de cualquier campaña de sensibilización y remite a Educ'alcool, un lobby de la industria, y dice que lo hace de maravilla. El Ministerio de Finanzas no responde a cuestiones sobre la gestión de la SAQ que tengan que ver con salud pública. Y el Ministerio de Sanidad está encantado de hablar del asunto siempre y cuando no se le pregunte sobre la SAQ.

Otra de las cosas que he aprendido con el tiempo es que en España nos quejamos mucho de la corrupción y creemos que ya lo hemos visto todo, pero que uno viene a Canadá y hay cosas que le siguen sorprendiendo.


  1. de acuerdo a una definición estándar que era parte de la campaña y que depende de los miligramos de alcohol ingeridos. Una bebida estándar = 17.05 ml de etanol, o 341 ml (¡12 onzas, que aquí tenemos el sistema métrico de aquella manera!) de cerveza con una graduación del 5 %. 

  2. algún día contaré la historia. Si estoy escribiendo esto desde Montreal es que todo salió bien, pero no las tenía todas conmigo. 

  3. que a mí, llegando aquí de nuevas, me parecen ganas de querer ser más franceses que los franceses. 

  4. hay muchas mentiras en el mundo, pero que Canadá es bilingüe posiblemente sea de las más gordas. Algún día escribiré un artículo sobre esto, pero ya les anticipo el final: no. 

  5. que es una expresión que quiere decir "reventar el alcoholímetro". 

  6. llevo aquí ocho años y hablo francés como Rajoy escribe español. Vivir en Montreal no ayuda. 

  7. según me responden en este hilo de Mastodon, las sospechas vienen principalmente porque el artículo fue creado por un usuario nada más registrarse. Y además parece un publirreportaje. 

  8. estos adultos del futuro necesitarán 3 vídeos en vez de 2 para creerse alguna mierda. Pensarán que es una postura extremadamente cínica, pero es un incremento del 50 % en el presupuesto para propaganda. No es moco de pavo. 

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