Estamos a una semana de las elecciones y todavía no me han llegado las papeletas. Recibí un aviso que decía que las daban por pedidas, por ser estas elecciones básicamente una repetición de las anteriores, y que ya llegarían, que no tenía que hacer nada.

Lo normal es que aparezcan en el buzón como tres días antes, así que esto no me alarma en absoluto, pero en esta ocasión me extraña la sensación de paz que me invade. No hay papeletas, no tengo que pensar en qué hacer con ellas. ¡Ay, qué hago si llegan! No sé si tengo pinzas suficientemente grandes para ponerme en la nariz.

Porque incluso dejando de lado todos los partidos que dicen que van a bajar los impuestos, que es el primer filtro obligatorio1, lo que queda me atrae entre cero y nada.

Salvo que pongan en la papeleta el emoji de la mierda con ojos. Entonces sí.

Actualización: llegaron las papeletas. Recuerden quejarse todo lo que quieran, pero voten.


  1. la gente que vota a estos partidos debería ser exactamente la misma que al día siguiente va a hablar con su jefe y le pide menos recursos para su departamento. También sería el mismo tipo de personas que hace comparaciones absurdas entre un país y una empresa. 

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